𝐓𝐚𝐥 𝐯𝐞𝐳 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐩𝐚𝐬𝐚𝐫 𝐥𝐚 𝐩á𝐠𝐢𝐧𝐚,
𝐨 𝐜𝐚𝐦𝐛𝐢𝐚𝐫 𝐝𝐞 𝐜𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨,
𝐬𝐞𝐚 𝐧𝐞𝐜𝐞𝐬𝐚𝐫𝐢𝐨 𝐯𝐚𝐜𝐢𝐚𝐫𝐬𝐞.
𝐕𝐚𝐜𝐢𝐚𝐫𝐬𝐞 𝐲 𝐯𝐚𝐜𝐢𝐚𝐫𝐧𝐨𝐬.
Desde la Decodificación Bioemocional sabemos que, cuando aparece el síntoma en la persona, en el 90% de los casos ya nos está mostrando que el proceso de curación está llevándose a cabo.
El cuerpo nos muestra que se está reparando.
Eso descubrió el Dr Hamer con las 5 Leyes Biológicas de la Nueva Medicina Germánica.
Qué quiere decir esto?
Que cuando manifestamos dolores, inflamaciones, procesos febriles, ataques de asma, infartos, etc, son procesos que sólo dan cuentan que nuestra biología está atravesando la fase de curación.
Es decir, que si no entendemos los síntomas como parte de un proceso, y los tomamos como una ¨enfermedad¨ en sí misma, confundimos lo que sería la etapa final de nuestra curación con un conflicto activo, llevándonos, tal vez, a desanirmarnos, pelearnos con nuestro propio cuerpo, con nosotros mismos, etc.
Este paralelismo para hablar ahora,
no ya del inconsciente individual sino del colectivo, que también ¨biologiza¨. Miedo, exceso de individualismo, confusión, luchas de poder, manipulación, corrupción…
Intenso y vertiginoso.
Ya no hay medicamentos que tapen los síntomas.
La buena nueva es que estamos en fase de curación.
O así me gusta pensarlo.
Veamos el bosque y no el árbol.
Aunque duela, incomode o moleste, dejamos que el proceso tome su curso porque entendemos que la naturaleza y nuestro cuerpo poseen una sabiduría innata.
Todo siempre tiende al equilibrio.
Sabiendo que no tenemos el control, acompañamos, aprendemos y revisamos en nosotros todo aquello que ya no queremos más.
No podemos pretender que el mundo despierte si nosotros mismos seguimos dormidos.
…y el día que despertemos ya no pretenderemos que nada externo cambie.