Salvarte.

No es mi función salvarte.
No es tu destino; no es el mío.

Tampoco sé si podría aunque, por momentos, la voz de mi niña me haga creer que sí.

No es mi función y no está en mi poder.
No soy más grande que vos.

Verte débil es lo que te hace débil, y esa mirada sí es mi responsabilidad.

Salvarte no.
Pero sí voy a recordarte, cada día que pueda, que tu presencia es valiosa.
Que vales, que sos amada.
Y al recordártelo a vos, también lo refuerzo en mí.

Porque al final del día, el Amor es la única Fuerza que nos sostiene, la única que nos mueve, la única que transforma.

Conectamos con un otro sólo para emerja en nosotros lo real,
conectamos para recordarnos el Amor.

Y recordarnos como Amor.

° °

Un buen día entendí que “salvar” no era más que un acto de soberbia.
Querer salvar al otro es tener el deseo de cambiarlo.
Es reafirmar que así como es, está mal, es inadecuado.
Es creernos mejores.

Un buen día lo entendí.
Y ahora mi práctica diaria es recordarlo cada vez que aparezca la tentación de que las cosas sean a mi manera. De que las personas sean diferentes.

No tenemos que salvar a nadie.
Sólo salvar la distancia que nos separa, hasta reconocernos iguales.

Bienvenido ese viaje. Ahí vamos!

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Sobre mí...

Mi nombre es Mercedes Zubiarrain, tengo 40 años, y nací y vivo en Buenos Aires. Aunque parezca ya de otra vida, alguna vez estudié y me recibí de Publicidad. Tuve siempre mi lado B que me llevaba a incursionar en talleres de Reiki, Registros Akáshicos, meditación…

Tuve algunos emprendimientos hasta que por fin entendí de qué iba la cosami cosa. Cambié “producto” por “servicio” y me convertí yo en la materia prima. Me la jugué.

Mi lado B se transformó en todos mis lados, y ya no hubo vuelta atrás. La puerta de entrada fue la Decodificación Bioemocional, que luego me llevó a conocer la Nueva Medicina Germánica, SAAMA…y es un camino que nunca termina.

Hoy me dedico a acompañar personas en Casa Florida 1336, que es el espacio físico que me unió con Mujeres, hermanas de otras vidas, con las que comparto el viaje también en ésta. Voy y vengo por muchos lugares – Chamanismo, Plantas Medicinales, Física Cuántica, Un Curso de Milagros, Constelaciones Familiares…investigo, quiero ¨comprender¨, y así es que voy poniéndole el cuerpo a todo lo que, en cada momento, resuena. Porque ¿qué es la Vida sino experiencias vividas?

Y no soy escritora pero escribir me da placer. Y sigo al placer. Escribir es el ritual y la práctica desde donde me miro, me transformo. Es mi propia medicina.