SAAMA.

Es una terapia cuántica que permite un trabajo sobre si mismo, pero desde una dinámica diferente de la que plantea la Decodificación Bioemocional.

Desde la Física Cuántica sabemos que todo es información y que toda información vibra.

SAAMA trabaja sobre nuestro campo vibracional: recibe información y la modifica.

Al modificar su vibración, cambia su estado y, desde ese nuevo estado, ya no percibimos la realidad de la misma manera.
Cambia el observador y se modifica lo observado.
Se trabajan los síntomas al nivel de la Causa.

Se puede realizar de manera presencial o a distancia, y no se necesita un diagnóstico previo.

A través de SAAMA, como de otras tantas herramientas de sanación/ crecimiento personal, nos adentramos en un proceso.

Un proceso que nos implica, que requiere tiempo y cuya meta ya no es eliminar el síntoma, sino contemplar cómo nos vamos transformando a medida que avanzamos en este camino.

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Sobre mí...

Mi nombre es Mercedes Zubiarrain, tengo 40 años, y nací y vivo en Buenos Aires. Aunque parezca ya de otra vida, alguna vez estudié y me recibí de Publicidad. Tuve siempre mi lado B que me llevaba a incursionar en talleres de Reiki, Registros Akáshicos, meditación…

Tuve algunos emprendimientos hasta que por fin entendí de qué iba la cosami cosa. Cambié “producto” por “servicio” y me convertí yo en la materia prima. Me la jugué.

Mi lado B se transformó en todos mis lados, y ya no hubo vuelta atrás. La puerta de entrada fue la Decodificación Bioemocional, que luego me llevó a conocer la Nueva Medicina Germánica, SAAMA…y es un camino que nunca termina.

Hoy me dedico a acompañar personas en Casa Florida 1336, que es el espacio físico que me unió con Mujeres, hermanas de otras vidas, con las que comparto el viaje también en ésta. Voy y vengo por muchos lugares – Chamanismo, Plantas Medicinales, Física Cuántica, Un Curso de Milagros, Constelaciones Familiares…investigo, quiero ¨comprender¨, y así es que voy poniéndole el cuerpo a todo lo que, en cada momento, resuena. Porque ¿qué es la Vida sino experiencias vividas?

Y no soy escritora pero escribir me da placer. Y sigo al placer. Escribir es el ritual y la práctica desde donde me miro, me transformo. Es mi propia medicina.