No podemos comprender esta Nueva Medicina si no dejamos atrás el viejo paradigma.
No existe punto de encuentro entre la medicina alópata y la NMG porque parten de bases totalmente opuestas.
Una perspectiva nos dice que somos vulnerables, que no tenemos la capacidad de curarnos por nosotros mismos, y eso nos lleva a un lugar de impotencia y de miedo.
La otra mirada nos habla de la inteligencia de nuestra biología, del sentido y coherencia de cada síntoma físico que manifestamos – poniendo luz en sus causas y, de esta manera, nos devuelve el poder y la responsabilidad de nuestra curación.
