¨Las cartas están ahí para desencadenar una revelación en nosotros, y esa revelación sólo ocurre cuando lo que es visible en las cartas evoca lo que es invisible en nosotros.¨ Hablamos del Tarot, pero hablamos de todo.
Nos proyectamos constantemente cargando significados en todo: personas, hechos, nosotros mismos. Y nuestra relación con la realidad está mediatizada por todas estas cargas – muchas veces más inconscientes que conscientes.
Y en el Tarot, cada carta habilita y pone de manifiesto ese proceso.
Nos asiste en nuestro camino de hacer
consciente lo inconsciente.
La lectura es personal, subjetiva y dinámica.
Las mismas cartas que hoy nos significan algo, mañana podrían traernos otro mensaje.
Y así sucede con todo.
No cambian las cartas, cambiamos nosotros. …y hasta que no cambiamos nosotros, nada cambia.