Evocar lo invisible.

¨Las cartas están ahí para desencadenar una revelación en nosotros, y esa revelación sólo ocurre cuando lo que es visible en las cartas evoca lo que es invisible en nosotros.¨ Hablamos del Tarot, pero hablamos de todo.

Nos proyectamos constantemente cargando significados en todo: personas, hechos, nosotros mismos. Y nuestra relación con la realidad está mediatizada por todas estas cargas – muchas veces más inconscientes que conscientes.

Y en el Tarot, cada carta habilita y pone de manifiesto ese proceso.
Nos asiste en nuestro camino de hacer
consciente lo inconsciente.
La lectura es personal, subjetiva y dinámica.
Las mismas cartas que hoy nos significan algo, mañana podrían traernos otro mensaje.

Y así sucede con todo.
No cambian las cartas, cambiamos nosotros. …y hasta que no cambiamos nosotros, nada cambia.

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Sobre mí...

Mi nombre es Mercedes Zubiarrain, tengo 40 años, y nací y vivo en Buenos Aires. Aunque parezca ya de otra vida, alguna vez estudié y me recibí de Publicidad. Tuve siempre mi lado B que me llevaba a incursionar en talleres de Reiki, Registros Akáshicos, meditación…

Tuve algunos emprendimientos hasta que por fin entendí de qué iba la cosami cosa. Cambié “producto” por “servicio” y me convertí yo en la materia prima. Me la jugué.

Mi lado B se transformó en todos mis lados, y ya no hubo vuelta atrás. La puerta de entrada fue la Decodificación Bioemocional, que luego me llevó a conocer la Nueva Medicina Germánica, SAAMA…y es un camino que nunca termina.

Hoy me dedico a acompañar personas en Casa Florida 1336, que es el espacio físico que me unió con Mujeres, hermanas de otras vidas, con las que comparto el viaje también en ésta. Voy y vengo por muchos lugares – Chamanismo, Plantas Medicinales, Física Cuántica, Un Curso de Milagros, Constelaciones Familiares…investigo, quiero ¨comprender¨, y así es que voy poniéndole el cuerpo a todo lo que, en cada momento, resuena. Porque ¿qué es la Vida sino experiencias vividas?

Y no soy escritora pero escribir me da placer. Y sigo al placer. Escribir es el ritual y la práctica desde donde me miro, me transformo. Es mi propia medicina.