El Sótano.

La sensación del sótano es distinta.
Muy diferente de la planta baja y mucho más de la terraza.
Pero es parte de nuestra casa.

Pocas veces bajamos voluntariamente.
Lo evitamos porque es oscuro, húmedo,
a veces sucio.

En la mayoría de los casos
simplemente sucede…
cuando nos queremos dar cuenta
ya estamos ahí.
Es un ¨descentramiento¨ automático e inconsciente.

Observación, neutralidad, paciencia,
se vuelven prácticas, casi esenciales,
si queremos encontrar la escalera que nos permita ascender,
elevarnos por sobre nuestros condicionamientos.

El sótano no es cómodo ni acogedor
y surge la prisa por salir.

Buscamos parches que tapen,
intentamos improvisar una escalera con cajas, muebles…
y, en esa urgencia, nos perdemos la oportunidad de vernos y trabajarnos –
sí, con pico y pala.

Se convierte en una práctica de embellecer la “prisión”
pero nunca de salir.
Abogamos por mejores condiciones, hacemos reclamos,
pero no consideramos nunca la posibilidad de ser libres.

Es más, nosotros mismos hemos construido los muros con nuestros hábitos, miedos, apegos y creencias.

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Sobre mí...

Mi nombre es Mercedes Zubiarrain, tengo 40 años, y nací y vivo en Buenos Aires. Aunque parezca ya de otra vida, alguna vez estudié y me recibí de Publicidad. Tuve siempre mi lado B que me llevaba a incursionar en talleres de Reiki, Registros Akáshicos, meditación…

Tuve algunos emprendimientos hasta que por fin entendí de qué iba la cosami cosa. Cambié “producto” por “servicio” y me convertí yo en la materia prima. Me la jugué.

Mi lado B se transformó en todos mis lados, y ya no hubo vuelta atrás. La puerta de entrada fue la Decodificación Bioemocional, que luego me llevó a conocer la Nueva Medicina Germánica, SAAMA…y es un camino que nunca termina.

Hoy me dedico a acompañar personas en Casa Florida 1336, que es el espacio físico que me unió con Mujeres, hermanas de otras vidas, con las que comparto el viaje también en ésta. Voy y vengo por muchos lugares – Chamanismo, Plantas Medicinales, Física Cuántica, Un Curso de Milagros, Constelaciones Familiares…investigo, quiero ¨comprender¨, y así es que voy poniéndole el cuerpo a todo lo que, en cada momento, resuena. Porque ¿qué es la Vida sino experiencias vividas?

Y no soy escritora pero escribir me da placer. Y sigo al placer. Escribir es el ritual y la práctica desde donde me miro, me transformo. Es mi propia medicina.