Bendita incomodidad.

Cuánto estoy dispuesto a incomodarme?⁣

Los verdaderos movimientos no llegan sin esa cuota de incomodidad.⁣
Podemos buscarla conscientemente, entregarnos, sabiendo que es el paso previo para la manifestación de aquello que queremos, o recibirla con resistencias cada vez que llega.⁣

Para explorarnos completamente tenemos que animarnos a salir de lo familiar.⁣
Lo familiar es aquella estructura que me recuerda cada día qué es posible y qué no es posible para mi.⁣

Lo familiar nos contiene pero, a la vez, marca nuestro límite, y no nos permite crecer más allá de lo conocido.⁣

Este anhelo de transformación – si es genuino y real, nos va a llevar inevitablemente a desafiarnos.⁣

A cuestionar qué es aquello que aprendimos de nosotros, qué es aquello que constantemente nos contamos acerca del mundo y de las personas. ⁣

Nos va a incomodar…o nos debería incomodar mucho, porque nos va a recordar cada día que no podemos habitar esa nueva realidad desde la identidad que sostenemos hoy.

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Sobre mí...

Mi nombre es Mercedes Zubiarrain, tengo 40 años, y nací y vivo en Buenos Aires. Aunque parezca ya de otra vida, alguna vez estudié y me recibí de Publicidad. Tuve siempre mi lado B que me llevaba a incursionar en talleres de Reiki, Registros Akáshicos, meditación…

Tuve algunos emprendimientos hasta que por fin entendí de qué iba la cosami cosa. Cambié “producto” por “servicio” y me convertí yo en la materia prima. Me la jugué.

Mi lado B se transformó en todos mis lados, y ya no hubo vuelta atrás. La puerta de entrada fue la Decodificación Bioemocional, que luego me llevó a conocer la Nueva Medicina Germánica, SAAMA…y es un camino que nunca termina.

Hoy me dedico a acompañar personas en Casa Florida 1336, que es el espacio físico que me unió con Mujeres, hermanas de otras vidas, con las que comparto el viaje también en ésta. Voy y vengo por muchos lugares – Chamanismo, Plantas Medicinales, Física Cuántica, Un Curso de Milagros, Constelaciones Familiares…investigo, quiero ¨comprender¨, y así es que voy poniéndole el cuerpo a todo lo que, en cada momento, resuena. Porque ¿qué es la Vida sino experiencias vividas?

Y no soy escritora pero escribir me da placer. Y sigo al placer. Escribir es el ritual y la práctica desde donde me miro, me transformo. Es mi propia medicina.