Hacía rato que la fiebre no visitaba. 
Llegó sin avisar. 
No me dio tiempo a pensar…y le abrí.
Fueron 24hs de frío y calor.
Ahí, jugando en los extremos.
Y habitando, por momentos, esa confusión mental – ese caos, donde toda la información parece surgir de repente y al mismo tiempo.
Otro estado de consciencia, sin duda. 
Incómodo pero poderoso.
Es un momento de total intimidad. 
Sos vos, tu almohada y el paño en la frente. 
Y entregate a la q venga. 
°
Una fiebre que es la medicina en sí misma porque en esa, casi extrema, vulnerabilidad que aflora, surge también la oportunidad de reveer, de recapitular…
De darle otro sentido a aquello que justamente nos llevó a ese estado.
Una purga física que también se convierte en limpieza mental, permitiendo dejar atrás todo aquello que ya no queremos seguir sosteniendo.
°
Ave Fénix, allá voy.
Vuelvo actualizada…o vuelvo actualizada.


															
															



