Para habilitar otras versiones nuestras, tenemos que dejar de aferrarnos a las conocidas.
Tal vez ni siquiera sea un “dejarlas morir” porque nada realmente muere, sino alimentar y sostener la frecuencia de esas versiones que contienen la información que queremos encarnar.
Sería como un alumbrar otros rincones de nuestra propia consciencia…porque no hay nada que realmente no seamos ya en potencia.
Para salir de nuestros automatismos, de esa personalidad por default, necesitamos Presencia. Disciplina. Acecho. Y decisión.
Al comienzo, tal vez, traiga un poco de incomodidad. Nuestra mente va por lo conocido. Sigue la inercia.
Resiste los cambios.
Pero eso hasta cruzar el umbral, que sólo sucede si nos 𝐬𝐨𝐬𝐭𝐞𝐧𝐞𝐦𝐨𝐬 ahí durante algún tiempo.
La buena noticia:
Ya somos eso que queremos ser.