Ir voluntariamente hacia aquello que nos incomoda.
°
Buscar esa incomodidad, no como un sacrificio, sino porque esconde un tesoro.
Aquello que evitamos, rechazamos – todo aquello de lo que huimos, habla simplemente de ¨información¨ que, en algún momento, no supimos gestionar.
Como mecanismo de adaptación pasó, luego, a nuestro inconsciente. Algo se cristalizó.
°
Que esté reprimido, olvidado, no significa que se haya transformado.
Al huir de nuestros conflictos, de alguna forma los estamos protegiendo y eso los refuerza.
Buscar esa incomodidad porque sólo yendo ahí podemos liberar nuestra energía.
Y al contar con más energía disponible nuestro potencial aumenta.
Recuperamos Poder y llegamos a un nivel de vibración donde empezamos a reconocer que todo es posible para nosotros.
Cae un velo.
Y, de repente, todo se convierte en un desafío.
°
Ir conscientemente a transformar aquellos dolores y heridas es el acto de amor propio más genuino que podemos emprender.