Mundano y espiritual.

Mucho nos perdemos en el automatismo del día – tanto en lo que llamamos ¨mundano¨ como en lo que llamamos ¨espiritual¨.

Realmente ninguno es mejor que otro.
Esa jerarquía de importancia es pura construcción.

Ambos son aspectos que, ya por el mero hecho de existir, no deberían negarse ni reprimirse, y menos condenarse.

Un automatismo nos lleva a buscar “afuera” todo aquello que creemos que nos va a hacer sentir mejor – éxito, poder, dinero, una pareja, familia, etc.

El otro automatismo nos lleva, muchas veces, a ir tanto hacia adentro que nos olvidamos que la experiencia es en relación.
Nos enfocamos en hábitos, disciplinas, prácticas creyendo que sólo así vamos a evolucionar.

La verdadera espiritualidad es comprender que ya somos “eso” que queremos ser, que ya somos “ese lugar” a donde queremos llegar.

La verdadera espiritualidad no juzga, no valora algo por sobre otra cosa, porque todo es lo mismo.
Todo es lo mismo vibrando a distintas frecuencias.

De otra forma seguimos cayendo en la ilusión – teñida de espiritualidad, pero ilusión al fin.

Si existen todas esas emociones que conocemos es porque son naturales y habitarlas, entonces, es parte de nuestra experiencia. Nada más.

Si entendemos que Somos Eso – mucho más grande – que vino que crear experiencias, no deberíamos negar ninguna.

Aquello que rechazamos, toma más fuerza.
Y ese es el recordatorio del Universo para que nos entreguemos a lo que Es.

Ese es el recordatorio para que habitemos nuestra Grandeza, nuestro Poder, porque cuando despertemos a Quien Somos el miedo y la separación ya van a haber pasado de moda.

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Sobre mí...

Mi nombre es Mercedes Zubiarrain, tengo 40 años, y nací y vivo en Buenos Aires. Aunque parezca ya de otra vida, alguna vez estudié y me recibí de Publicidad. Tuve siempre mi lado B que me llevaba a incursionar en talleres de Reiki, Registros Akáshicos, meditación…

Tuve algunos emprendimientos hasta que por fin entendí de qué iba la cosami cosa. Cambié “producto” por “servicio” y me convertí yo en la materia prima. Me la jugué.

Mi lado B se transformó en todos mis lados, y ya no hubo vuelta atrás. La puerta de entrada fue la Decodificación Bioemocional, que luego me llevó a conocer la Nueva Medicina Germánica, SAAMA…y es un camino que nunca termina.

Hoy me dedico a acompañar personas en Casa Florida 1336, que es el espacio físico que me unió con Mujeres, hermanas de otras vidas, con las que comparto el viaje también en ésta. Voy y vengo por muchos lugares – Chamanismo, Plantas Medicinales, Física Cuántica, Un Curso de Milagros, Constelaciones Familiares…investigo, quiero ¨comprender¨, y así es que voy poniéndole el cuerpo a todo lo que, en cada momento, resuena. Porque ¿qué es la Vida sino experiencias vividas?

Y no soy escritora pero escribir me da placer. Y sigo al placer. Escribir es el ritual y la práctica desde donde me miro, me transformo. Es mi propia medicina.