Volvemos al tema de la percepción una y otra vez – nunca es demasiado.
Porque lo es todo.
Tantas veces escuchamos que lo que nos genera conflicto no son las cosas en sí, sino las opiniones que tenemos acerca de ellas.
𝘊𝘢𝘮𝘣𝘪𝘰 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘰𝘥𝘰 𝘤𝘢𝘮𝘣𝘪𝘦.
𝘕𝘢𝘥𝘢 𝘦𝘴 𝘣𝘶𝘦𝘯𝘰 𝘰 𝘮𝘢𝘭𝘰 𝘴𝘪𝘯𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘭 𝘱𝘦𝘯𝘴𝘢𝘮𝘪𝘦𝘯𝘵𝘰
𝘭𝘰 𝘤𝘰𝘯𝘷𝘪𝘦𝘳𝘵𝘦 𝘦𝘯 𝘦𝘴𝘰.
Y varios etcéteras…
para llegar al mismo lugar:
¨ahí afuera¨ no hay nada
(𝘯𝘰 𝘩𝘢𝘺 𝘯𝘢𝘥𝘢 𝘮á𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘺𝘰)
Sólo encontramos una realidad neutra,
una realidad que Es.
Y esa realidad no es el problema.
El problema nace con nuestra
observación e interpretación.
No se pueden separar.
Asi que todo es una verdad a medias.
O todo es una fantasía.
No hay una ¨realidad verdadera¨,
ni una verdad por descubrir.
Siempre soy yo y la historia que me cuento.
La pregunta que surge entonces es
si ese relato que me cuento acerca de mi historia,
de determinados hechos o personas, me permite vivir una vida plena o no.
Esa construcción que hice de mi realidad
me libera de problemas o los mantiene?
Los hechos no pueden cambiarse, pero siempre tenemos la posibilidad de una nueva mirada.
De otro pensamiento que genere otra memoria emotiva y que, como consecuencia, allí donde había un conflicto naturalmente surja la armonía.
Ése es el proceso terapéutico.
𝐒𝐢 𝐭𝐨𝐝𝐨 𝐞𝐬 𝐢𝐥𝐮𝐬𝐢ó𝐧, 𝐞𝐥𝐢𝐣𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐥𝐚 𝐦á𝐬 𝐛𝐞𝐥𝐥𝐚.
Qué fantasía me sanará?
- Mercedes Zubiarrain
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Sesiones individuales
Los encuentros son espacios individuales de intercambio y autoconocimiento. El puntapié inicial es el síntoma – de ahí partimos – pero la intención es ir más allá, trabajando desde la causa.