“Sobrevive el que se adapta, no el más fuerte.”
Continuando con la idea de la publicación anterior, sumado a estos cambios físicos, reconocemos que existen también adaptaciones a nivel comportamental, conductual, de estado de ánimo.
Es un descubrimiento enorme.
Seguimos corriendo velos y dejando atrás el pensamiento mágico de que existe la mala suerte o las casualidades.
El Dr Hamer pudo comprobar que para ¨sobrevivir¨, nuestra biología cuenta con otro recurso como es el cambio de nuestra conducta.
Y esto también tiene una base científica porque estos cambios – al igual que los físicos – están mapeados en el cerebro, es decir, son visibles y comprobables al observar los TAC (tomografías).
Desde esta perspectiva encontramos el sentido, la lógica, en los distintos comportamientos que muchas veces juzgamos como negativos.
Una vez más…recordar que estas adaptaciones o respuestas son 𝐛𝐢𝐨𝐥ó𝐠𝐢𝐜𝐚𝐬, no racionales, y en el plano biológico lo que prima es la supervivencia.
No hay ¨bueno¨ o ¨malo¨.
Y así es que encontramos el sentido en personalidades agresivas, frías o insensibles, obsesivas, victimistas, etc.
𝘗𝘢𝘳𝘢 “𝘴𝘰𝘣𝘳𝘦𝘷𝘪𝘷𝘪𝘳”…
𝘵𝘦𝘯𝘨𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘥𝘦𝘧𝘦𝘯𝘥𝘦𝘳𝘮𝘦?
𝘥𝘦𝘫𝘢𝘳 𝘥𝘦 𝘴𝘦𝘯𝘵𝘪𝘳?
𝘥𝘦𝘴𝘤𝘰𝘯𝘦𝘤𝘵𝘢𝘳𝘮𝘦 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘳𝘦𝘢𝘭𝘪𝘥𝘢𝘥?
Preguntarnos qué habrá vivido esa persona es un buen comienzo para encontrarle el sentido a su comportamiento y comprenderla.
Es ver qué sucede 𝘥𝘦𝘵𝘳á𝘴 𝘥𝘦 𝘦𝘴𝘤𝘦𝘯𝘢 entendiendo que aquello es lo que sostiene toda la ¨obra¨.