¨𝘕𝘰 𝘵𝘦𝘯𝘦𝘮𝘰𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘢𝘭𝘤𝘢𝘯𝘻𝘢𝘳 𝘯𝘢𝘥𝘢, 𝘺𝘢 𝘩𝘦𝘮𝘰𝘴 𝘭𝘭𝘦𝘨𝘢𝘥𝘰 𝘢 𝘤𝘢𝘴𝘢, 𝘱𝘰𝘳 𝘯𝘢𝘵𝘶𝘳𝘢𝘭𝘦𝘻𝘢 𝘴𝘰𝘮𝘰𝘴 𝘣𝘪𝘦𝘯𝘢𝘷𝘦𝘯𝘵𝘶𝘳𝘢𝘥𝘰𝘴.¨
Aho!
Ponernos metas, sí.
Desear, también.
Pero cambia el 𝐝𝐞𝐬𝐝𝐞 𝐝ó𝐧𝐝𝐞.
Ya no son objetivos que 𝘯𝘦𝘤𝘦𝘴𝘪𝘵𝘦𝘮𝘰𝘴 para ser vistos o sentirnos importantes, merecedores, exitosos, reconocidos, etc.
𝐒𝐨𝐧 𝐨𝐛𝐣𝐞𝐭𝐢𝐯𝐨𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨𝐬 𝐩𝐨𝐧𝐞𝐧 𝐞𝐧 𝐦𝐨𝐯𝐢𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐲 𝐧𝐨𝐬 𝐩𝐞𝐫𝐦𝐢𝐭𝐞𝐧 𝐬𝐞𝐠𝐮𝐢𝐫 𝐞𝐱𝐩𝐞𝐫𝐢𝐦𝐞𝐧𝐭𝐚𝐧𝐝𝐨.
Nos permiten seguir experimentándonos en distintas facetas, abrir nuevos aspectos de nuestra personalidad y así expandir consciencia.
Sin apegos.
Tal vez sí con constancia y disciplina pero ya no desde el esfuerzo y sacrificio, sino desde un amor bien livianito, con ese entusiasmo inocente por ver manifestado aquello que intencionamos.
Y claro…
Si todo es nuestra Creación, si nosotros somos la Mente que proyecta y manifiesta este mundo, 𝘤ó𝘮𝘰 𝘯𝘰 𝘷𝘢𝘮𝘰𝘴 𝘢 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘳 𝘺𝘢 𝘦𝘯 𝘤𝘢𝘴𝘢?
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Sesiones individuales
Los encuentros son espacios individuales de intercambio y autoconocimiento. El puntapié inicial es el síntoma – de ahí partimos – pero la intención es ir más allá, trabajando desde la causa.