Y si no hubiera ninguna guerra dentro nuestro?
La concepción del sistema inmunológico es bélica.
¨Tenemos un ejército que nos protege.¨
Tal vez la interpretación de lo que vemos sea errada.
Puede suceder.
Estamos hechos de bacterias y microorganismos.
Esto es un hecho, valga la redundancia.
Recién tomamos conocimiento de ello con la aparición del microscopio.
…y con este conocimiento también nació la hipótesis – no inocente – de que eran patógenos.
Me pregunto, por qué nuestra biología, tan inteligente, con la sabiduría de autorregulación y supervivencia que tiene, crearía un campo de batalla en nuestro interior?
Al día de hoy, la medicina sigue basándose en suposiciones y no en comprobaciones.
Y tanta repetición hace que finalmente tomemos esas hipótesis como verdades.
La idea de ¨infección¨ implica una invasión de agentes externos.
Lo paradójico es que ya sabemos que los microbios viven en el interior de todos los seres vivos.
Tenemos más bacterias que células.
Y las contradicciones se encuentran en la misma historia de la medicina, por ejemplo, en los Postulados de Robert Koch.
Estos Postulados que deberían cumplirse en cada enfermedad infecciosa, simplemente no lo hacen.
– El agente patógeno debe estar presente en los animales enfermos y ausente en los sanos.
– El agente debe ser cultivado en un cultivo axénico (formado por una única especie, cepa o variedad de organismo) puro aislado del cuerpo del animal.
– El agente aislado en un cultivo axénico debe provocar la enfermedad en un animal susceptible al ser inoculado.
– El agente debe ser aislado de nuevo de las lesiones producidas en los animales de experimentación y ser exactamente el mismo al aislado originalmente.
Ya desde el primer Postulado vemos la inconsistencia.
No se sostiene, ya que tampoco han logrado nunca aislar y purificar un virus ¨patógeno¨.
Hoy nos hablan de ¨enfermos asíntomáticos¨ – un oxímoron, si los hay.