A veces necesitamos la palmadita en la espalda
y nada más.
No importa después lo que vaya a suceder.
A veces necesitamos un lugarcito donde descansar.
Sentir, por un momento, que no estamos solos, que hay otra manera de ver las cosas y que, aún asi, igual podemos sonreír.
A veces necesitamos 𝐞𝐬𝐨.
Y 𝐞𝐬𝐨 no es apego, no es dependencia,
no es debilidad.
Es la mayor fortaleza que puede habitar nuestro 𝘩𝘶𝘮𝘢𝘯𝘰…que es mostrarse vulnerable.
No somos menos poderosos, no somos menos evolucionados…
Simplemente estamos experimentando esta ilusión con todos sus condimentos.
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Sesiones individuales
Los encuentros son espacios individuales de intercambio y autoconocimiento. El puntapié inicial es el síntoma – de ahí partimos – pero la intención es ir más allá, trabajando desde la causa.