Yo soy Consciencia pero la Consciencia no tiene Yo.
Soy la Consciencia sin identificación. Y es ahí donde reconozco que todo es lo mismo.
Es ese instante de comprensión – ese instante donde los limites desaparecen.
Surgen todas las posibilidades.
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Vos y yo no existimos como algo separado. No hay vos y yo – sólo cuerpos y consciencias individuales que juegan a ser lo que no son.
Caen las identificaciones. Ya no hay necesidad de defenderse ni atacar. La ilusión pierde poder. No hay apuro por ir a ninguna parte, por lograr nada.
Todo es ahora. La Vida sucede donde está mi consciencia – esa consciencia que va despertando a la Consciencia y sólo puede reírse. No es una teoría aprendida, es una experiencia sentida.
𝘚𝘰𝘺 𝘊𝘰𝘯𝘴𝘤𝘪𝘦𝘯𝘤𝘪𝘢 – eso me repito una y otra vez antes de abrir los ojos; antes de que mis sentidos me vuelvan a engañar.
𝘚𝘰𝘺 𝘊𝘰𝘯𝘴𝘤𝘪𝘦𝘯𝘤𝘪𝘢…y el juego cobra otro sentido porque sé que ya no puedo perder.
