A medida que nos involucramos más con un otro, generamos más puntos de contacto.
Más puntos de contacto son más posibilidades de diferencias.
Esa es la matemática.
Y ése es el riesgo y la belleza de las relaciones: el contacto.
El riesgo porque no siempre son un lugar seguro y belleza porque muchas veces sí lo son.
Una y la otra son parte, porque todo forma parte.
Los dedos se tocan o se entrelazan. Más o menos contacto.
Menos riesgo, tal vez más seguridad. Tal vez.
Pero todos hemos venido por la belleza.
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Con matemática y todo, voy por la belleza.
Vamos por la belleza.
Lo seguro se construye.