Podemos decir que los ¨Planos de Existencia¨ son distintos niveles en donde existimos.
Todos ellos, menos la realidad física/ concreta,
son invisibles.
Y cada uno va siendo causa y efecto de otro.
Cuando hablamos del plano más denso, del material, hablamos de una energía cristalizada.
Es un efecto, una consecuencia.
Dicho de otra manera, para que ¨algo¨ llegue al plano de la realidad física tiene que haber atravesado los otros niveles.
Y todo, siempre, comienza desde lo sutil,
que es un pensamiento.
Y cada uno de nuestros pensamientos responde a nuestro ¨diseño¨ o programación.
Muchas veces tenemos esta ilusión de que somos libres y de que tomamos nuestras propias decisiones, pero estamos condicionados por creencias y valores inconscientes que determinan nuestra vida.
Creencias acerca de cómo debemos vivir: qué es el dinero, cómo tiene que ser una pareja, qué merezco y qué no, cómo es el amor, qué es importante, qué es lo correcto y lo incorrecto, etc.
Todos aprendizajes o memorias que repetimos, y que van conformando nuestra Identidad.
Todo responde a un pensamiento.
Un pensamiento condicionado que conforma nuestra verdad – pero que no es la Verdad.
Esa programación o diseño hace que percibamos y pensemos de determinada manera, y esos pensamientos generan emociones específicas, que luego se manifiestan en el plano físico.
Por eso decimos que el ¨síntoma¨ es consecuencia, y la causa siempre es nuestra manera de percibir.
Es solamente en nuestro mundo interior donde tenemos la posibilidad de ¨trabajar¨/trascender.