Cómo puedo juzgar…
ahora que comprendí que yo soy la fuente de todo aquello que veo?
Porque todo aquello que veo no es más que mi interpretación.
Y mi interpretación es la cristalización de toda mi historia.
Cómo puedo juzgar…
ahora que comprendí que lo único que estoy viendo es mi pasado?
Porque me relaciono únicamente desde mi construcción particular.
Que es mía y solo mía. Y no es la verdad.
Cómo puedo seguir juzgando ahora que entendí que ese juicio sólo habla de mí…porque el otro no existe más que en mi mente.
El otro no existe más que como un cúmulo de significados, proyecciones e interpretaciones que yo decidí otorgarle.
°
Una vez que logramos esa consciencia de que todo realmente empieza y termina en nuestros pensamientos, surge el desafío más grande – tal vez, que es el de sostener esta práctica de recordarlo una y otra vez…
Y tener la certeza también que es imposible juzgar al otro y al mismo tiempo estar en paz.