Al final soy más copada de lo que pensaba.
Y todos lo somos.
El camino de la Vida es llegar a ese entendimiento, no de manera intelectual, sino como un sentir profundo que sólo puede traer paz. De esa que es genuina.
Al final…
no estaba mal no tener certezas, no definirse por algo.
no estaban mal las pausas, los silencios, los ¨no¨.
No era mejor ¨esto¨ que ¨aquello¨.
La pregunta siempre fue: ¨qué hago con esto?¨
Cómo ilumino este potencial, esta capacidad?
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Nunca se trató de alcanzar algo o convertirse en alguien.
Ahora descubrimos que el juego era ser cada vez más uno mismo. Ni mejor ni peor que el otro. Sólo nutrir esa individualidad para explorarla.
Y entender que sentirnos ¨bien¨ o ¨mal¨ es solamente una medida de cuán alineados o no estamos con nuestro Ser.
El aprendizaje es estar en el cuerpo, volver al corazón. No hay más que eso.
No importa qué diga la mente, no importa qué nos prometa.
En lo profundo, sólo nosotros sabemos si estamos en el camino o vamos mordiendo banquina.