Ahí va la otra mejilla.

A veces un pequeño giro en nuestros pensamientos basta para darnos cuenta…

…que no nos dolía tanto la historia sino el apego a ella. El pensarla como una verdad.

…que volvemos a las mismas situaciones, una y otra vez, para alcanzar ¨un nuevo nivel¨. Algo así.

Un nuevo nivel no es otra cosa que un nuevo estado de conciencia. Uno que nos permita mirar aquello que alguna vez nos hizo daño y darle otro significado – uno más real, que nos devuelva ese ¨estar livianitos¨.

Y digo más ¨real¨ porque cada vez que estamos en tensión o en conflicto, ése es el aviso: nos alejamos de quienes somos – sino no tendríamos esa incomodidad.

°
Pareciera que siempre es una cuestión de perspectiva.
O miramos lo que es, lo que está siendo, desde planta baja o desde la terraza – donde tenemos más aire porque, inevitablemente, incorporamos más elementos.
Y cuando hay más elementos, surge la comprensión…y si hay comprensión, voilà, posiblemente haya menos resistencias.

El asunto es, entonces, que podemos elegir alejarnos de situaciones o de personas porque no nos hacen sentir como nos gustaría, o podemos usarlas como trampolín para alcanzar nuestra propia maestría.
Y ahí va la otra mejilla.

…Y sucede lo que tiene que suceder.
En el momento en que reconocemos que cambiando nuestro relato interno y todas esas imágenes que nos hacían daño, ya el afuera pierde poder…apa.
Apa.
Más allá de si luego elegimos permanecer o no, ese escenario ya no es el mismo…porque nosotros no somos los mismos.

Así que gracias a todos los Maestros que nos acercan a nuestra Maestría, lo sepan o no.

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Sobre mí...

Mi nombre es Mercedes Zubiarrain, tengo 40 años, y nací y vivo en Buenos Aires. Aunque parezca ya de otra vida, alguna vez estudié y me recibí de Publicidad. Tuve siempre mi lado B que me llevaba a incursionar en talleres de Reiki, Registros Akáshicos, meditación…

Tuve algunos emprendimientos hasta que por fin entendí de qué iba la cosami cosa. Cambié “producto” por “servicio” y me convertí yo en la materia prima. Me la jugué.

Mi lado B se transformó en todos mis lados, y ya no hubo vuelta atrás. La puerta de entrada fue la Decodificación Bioemocional, que luego me llevó a conocer la Nueva Medicina Germánica, SAAMA…y es un camino que nunca termina.

Hoy me dedico a acompañar personas en Casa Florida 1336, que es el espacio físico que me unió con Mujeres, hermanas de otras vidas, con las que comparto el viaje también en ésta. Voy y vengo por muchos lugares – Chamanismo, Plantas Medicinales, Física Cuántica, Un Curso de Milagros, Constelaciones Familiares…investigo, quiero ¨comprender¨, y así es que voy poniéndole el cuerpo a todo lo que, en cada momento, resuena. Porque ¿qué es la Vida sino experiencias vividas?

Y no soy escritora pero escribir me da placer. Y sigo al placer. Escribir es el ritual y la práctica desde donde me miro, me transformo. Es mi propia medicina.