Vemos lo que nuestras creencias nos permiten.
Emoción. Pensamiento. Creencias.
La emoción es lo más concreto, lo palpable.
Es el puente directo hacia el inconsciente.
Nos habla de nuestros pensamientos – del diálogo mental que estamos alimentando.
Y esos pensamientos ponen de manifiesto ciertas creencias/ valores.
No es correcto decir que sentimos acorde a lo que pensamos.
Sentimos acorde a los pensamientos en que elegimos creer.
Entonces los pensamientos ya dejan de ser el problema.
Dejamos de resistirlos. Surge el discernimiento.
Sólo en la medida en que decida darles valor y veracidad,
tendrán efecto en mi realidad.
Al llevar la atención hacia lo que sí quiero sembrar, se va produciendo la alquimia mental, que pronto dará sus frutos a través de una nueva percepción de mi realidad.