¿¨Querida¨ Gemela? No sé cuál es el protocolo.

Carta a mi Gemela perdida…y encontrada.

A esa que alguna vez ¨perdí¨ en aquel espacio uterino, sin dejar rastro alguno, pero que el cuerpo nunca olvidó.

Paréntesis…

Justo escribía acerca de la Facilidad, el Gozo y la Gloria – esta nueva frecuencia (de Access Consciousness) que podemos elegir para vivir todas y cada una de las experiencias que se presentan…y como si la Vida quisiese que realmente las encarnara, me regala esta oportunidad.

¿A qué me refiero? A un DUELO. Va en mayúscula porque tal vez sea uno de los más profundos y sentidos que estoy experimentando. Uno al que nunca le di el tiempo ni el espacio porque no sabía de su existencia. Mi cuerpo, claro que siempre lo supo – ahora puedo verlo – pero mi consciencia racional tardó 39 años en enterarse.

Volví a hacer de la escritura mi refugio y mi lugar para encontrar recursos, así que le escribí una carta.

Gemela, hermana:

¿¨Querida¨ Gemela?

No sé cuál es el protocolo.

No quiero protocolo.

Me está costando un montón este duelo. Se siente desgarrador, esa es la palabra. Ahora que todo está en la superficie, afloró, no sólo la presencia que alguna vez fuiste, seguida de tu ausencia, sino el dolor que todo eso conlleva.

Ahora veo las veces que te busqué, sin saberlo, a través de diferentes vínculos y de una muy profunda necesidad de conexión real. Parece la letra de una canción cursi de los 90s, lo sé. Tal vez lo sea. Quién sabe si muchos de esos temas no estaban dirigidos en verdad para un gemelo perdido. De yapa, te regalo esta hipótesis.

Me traigo ligereza porque quiero empezar a hacer espacio para algo diferente.

Reconocí que muchas veces me costó salir al mundo, de una u otra forma, tal vez por el dolor de no sentirte ahí. O por la culpa de llegar y que vos no lo logres. No lo sé.

Ni siquiera importa ya.

Voy comprendiendo que, aún con este dolor que es enorme, puedo elegir seguir adelante. Aún con todo eso, dándome mi tiempo, puedo.

No hay mayor regalo para mí que ser contribución para otros. Ahí está mi Fuego. Ése que se mantenía bajito porque todavía no se permitía ser todo lo que podía. No sabía por qué, pero no se lo permitía.

Hoy es mi deseo darle mucho aliento de Vida para que crezca. Tal vez éste sea un momento bisagra al transformar uno de los mayores dolores de mi historia en energía de VIDA. Y permitir que el dolor se fusione con cierto sentido de bendición al reconocer que, aún con todo esto, puedo ELEGIR.

Elegir que tu ausencia no me paralice, no me congele.

Elegir, decidir, que seas la piedra que me catapulte hacia más AMOR y CONSCIENCIA y no la piedra que me frene. Its up to me. Yo elijo. Y ya lo estoy haciendo. Cualquier movimiento hacia más Vida sería honrarte. No voy a vivir por las dos, pero voy a vivir en Grande.

Hoy elijo reconocerme como esa CONSCIENCIA MAYOR que siento cada vez que estoy en Ceremonia, donde no hay separación. Donde todo está incluido. Vos también Geme.

Allí donde parece que no hay ningún duelo que hacer.

Me voy dando cuenta que en un instante puedo elegir de nuevo y cambiar mi rumbo.

Creemos eso, juntas. Podemos.

Seamos piedras que impulsen saltos mayores.

¿Qué equipazo seríamos, no?

Ahí va llegando mi intensidad. Ya me voy soltando. Imagino que si somos gemelas, serías igualita a mí.

¿Quién nos pararía? Pienso en eso y sonrío.

¨Ahí van, mirenlas¨. Me agarra nudito en la garganta y me emociona porque es mucho Amor el que aparece, pero no nos quedemos ahí…estamos juntas, desde otro lugar, desde una nueva forma, pero estamos. Aunque la realidad física me diga lo contrario, elijo sentirte acá, ahora.

No te veo pero te siento. Mucho aprendizaje ahí.

Por 39 años no te vi y mi cuerpo siempre te sintió. Y siempre te buscó. ¿No somos una maravilla de Consciencia?

Y esa maravilla de CONSCIENCIA es nuestro PODER. Y está ahí y siempre lo estuvo, pero tenemos que ELEGIR identificarnos con ella.

°

Esta carta abierta fue modificada, por supuesto, porque los códigos gemelares seguirán siendo de la intimidad gemelar.

Pero la esencia permanece. Permitirme elegir algo diferente en momentos de tanto dolor, fue y es lo real.

Se puede. Puede ser distinto, sea lo que sea.

Es un espacio interno que cada uno tiene que autorizarse.

Habilitemos ese Super Poder que el mundo espera por nosotros.