¨Amor es lo que sobra¨.

Eso dijo, alguna vez, una amiga en un contexto de Constelaciones Familiares.
Quedó resonando…
Me gustaba esa idea, pero todavía pertenecía sólo al ámbito de lo intelectual.

°
Y con el tiempo la Vida se encargó de que le ponga el cuerpo a esa Verdad.

Únicamente así pude integrarla.
Pero eso no significa que ¨ya está¨.

Eso quiere decir que como mi experiencia actualizó mis creencias – y siendo seres mentales siempre buscamos reafirmar en el mundo exterior aquello que creemos internamente – ahora mi percepción me permite ir un paso más y buscar todo el tiempo esos indicios que me conducen al Amor.

°
Aunque en el momento no lo veamos, todo tiende siempre hacia ¨más Amor¨.

Aunque la foto del momento nos diga otra cosa, aunque nuestra percepción nos haga creer algo diferente…todo tiende siempre hacia más Amor.

Porque la Vida es un Campo de Consciencia sostenido en el Amor.

Y no es una filosofía que nos desconecta de la realidad.
Muy por el contrario.

Es la filosofía que nos permite estar en esta realidad, haciendo lo que tenemos que hacer, pero abiertos y en concordancia con esta idea ¨superior¨ que nos trae Paz.

¨Eso¨ más grande que nos sostiene es Amor.
Por eso cuando nos alejamos de él, o cuando creemos que lo hacemos, nos invade el dolor. Y esta es una experiencia cotidiana que todos tenemos.

Pero no hablamos del amor romántico o infantil, ni de aquel que toma como bandera el sacrificio; nos referimos al Amor como actitud.

Ese movimiento, esa fuerza que no separa, que lo incluye todo, que vuelca su energía hacia la compensación, hacia el equilibrio.

Venimos y vamos hacia ella. Estamos en ella.

Cuando entendemos que detrás de cada uno de nuestros comportamientos – no importa cuál sea – está el deseo de contactar con ese Amor o la herida por sentirnos alejados de él, la historia toma una nueva dimensión.

Y así empezamos a comprender esa idea tan preciosa de que hay sólo dos tipos de personas en el mundo: las que están dando Amor y las que lo están pidiendo.

Sólo cabe preguntarnos, entonces, si podemos juzgar al que lo está pidiendo.

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Sobre mí...

Mi nombre es Mercedes Zubiarrain, tengo 40 años, y nací y vivo en Buenos Aires. Aunque parezca ya de otra vida, alguna vez estudié y me recibí de Publicidad. Tuve siempre mi lado B que me llevaba a incursionar en talleres de Reiki, Registros Akáshicos, meditación…

Tuve algunos emprendimientos hasta que por fin entendí de qué iba la cosami cosa. Cambié “producto” por “servicio” y me convertí yo en la materia prima. Me la jugué.

Mi lado B se transformó en todos mis lados, y ya no hubo vuelta atrás. La puerta de entrada fue la Decodificación Bioemocional, que luego me llevó a conocer la Nueva Medicina Germánica, SAAMA…y es un camino que nunca termina.

Hoy me dedico a acompañar personas en Casa Florida 1336, que es el espacio físico que me unió con Mujeres, hermanas de otras vidas, con las que comparto el viaje también en ésta. Voy y vengo por muchos lugares – Chamanismo, Plantas Medicinales, Física Cuántica, Un Curso de Milagros, Constelaciones Familiares…investigo, quiero ¨comprender¨, y así es que voy poniéndole el cuerpo a todo lo que, en cada momento, resuena. Porque ¿qué es la Vida sino experiencias vividas?

Y no soy escritora pero escribir me da placer. Y sigo al placer. Escribir es el ritual y la práctica desde donde me miro, me transformo. Es mi propia medicina.